El otro día me regalaron un rollo de papel de charol rojo y blanco.
La persona que me lo dió
me dijo que hiciera con él
el regalo más deseado y sentido.
Yo no me lo pensé ni un minuto.
Nunca había pensado que ese tipo de papel
tuviera tantas posibilidades.
Así que hice
con paciencia y ganas
un pequeño avión rojo y blanco.
Mañana me dispondría a viajar en él.
Un avión pequeño
pero segura de que con él llegaría al destino deseado.
Escrito por María del Río.
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