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jueves, 8 de agosto de 2013

ES NECESARIA


Si nos paráramos a pensar de qué está hecha nuestra biografía individual, estoy segura que un 99% de nuestros recuerdos estarían “endulzados” de cultura.
O mismamente desde que te levantas hasta que te vas a dormir. Un día cualquiera está plagado de actos donde la cultura está “a tu lado”.
Poner música cuando te levantas, leer un libro en el metro, compartir experiencias culturales con personas de otras nacionalidades a cualquier hora del día, ir al teatro o tener tu propia compañía, ir a una exposición y recibir sensaciones gratificantes con lo que ves, ir al cine, etc.
Quizás no somos conscientes pero sin Cultura una sociedad queda vacía de conocimiento.
La Cultura es una realidad social en cuanto es una manifestación del hombre. El ser humano tiene necesidades vitales para subsistir (alimentarse, dormir, tener un cobijo), pero existen otras básicas una vez estén éstas cubiertas. La necesidad de reflexionar sobre sí mismo, expresarse y compartirlo con su entorno, es esencial para poder vivir en sociedad.
Podríamos decir que esa necesidad imperiosa de abrirse al mundo mediante todo tipo de vertientes artísticas es algo relativamente nuevo, pero no es así. Hasta el “Hombre de las Cavernas” pintaba en las paredes y no por imposición, sino por necesidad vital. Quizás ni ellos mismos se planteaban el por qué lo hacían, pero sacaban hacia afuera ese impulso innato de querer comunicarse a través de dibujos.
Michel Bassand, sociólogo suizo, decía que "la Cultura penetra todos los aspectos de la sociedad, de la economía a la política, de la alimentación a la sexualidad, de las artes a la tecnología, de la salud a la religión".
Totalmente de acuerdo con lo que dijo, ya que la Cultura es un conjunto de valores, creencias, actitudes y objetos materiales que constituyen el modo de vida de una sociedad.
Por todo esto y más, reivindiquemos la importancia de la Cultura en nuestras Vidas y hagamos que sea igual para todos.
La Cultura no muerde, sino que revitaliza la vida de cada persona.
La Cultura no muerde, pero sí lo hace si la transforman en un lujo.
Escrito por María del Río.