Un buen hombre me dijo un día...
"No intentes, HÁZLO!!"
No me lo tomé como un imperativo en toda regla.
Más bien lo contrario.
Se lo agradecí.
Se lo sigo agradeciendo ahora
y lo haré mientras no tenga dónde caerme muerta.
Eso es lo que me aviva cada día.
Esa frase.
Ese consejo tan delicioso.
Brincando.
Gritando.
Arriesgando.
No pisando.
Aprendiendo de y con.
Creando.
Jugando.
Riendo.
Llorando
...y las dos últimas a la vez...
Por ello y por muchas más cosas...
dejó estas líneas por si quereis cogerlas.
Escrito por María del Río.
viernes, 1 de enero de 2010
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