padecer
una sobredosis de creatividad.
Que te deja
a veces exhausto.
Pero es un cansancio
extasiante.
Este hombre
posee un Arte
indescriptible.
Digamos
que es
Único.
Doy fe de ello.
No le han Matado.
Simplemente
se ha estirado
para
volver
a crear.
Así lo hace siempre.
María del Río
y
Eduardo del Olmo
tienen
un apellido similar
y una carrera jurídica en sus espaldas.
Pero el ARTE
les llamaba a su puerta
y ellos
la abrieron
con la mejor sonrisa.
Escrito por María del Río.
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