Él
sabe que ha estado en casa
porque
huele a café.
Ella
sabe que ha hecho lo mismo
porque
huele a a ese aroma
tan delicioso
al salir de la ducha.
Los dos se saben
pero no se han visto.
Es curioso.
Sin decirse nada
saben
que se están buscando.
Pero lo hacen
siempre
con sutileza y elegancia.
Lo mejor
es que los dos
saben
que en algún
momento
se reencontrarán.
Y quizás
él
estará fumando.
Y en ella no habrá
un "quizás".
Ella seguro que estará fumando.
¿Cuántos Reencuentros habrán tenido ya?
Muchos.
Y los que les quedan.
Una Gran Amistad de Reencuentros.
Escrito por María del Río.
sábado, 3 de abril de 2010
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