Cuando era pequeña me encantaba ese momento en el que mi madre se
maquillaba. Me relajaba mirarla. Nunca se maquillaba en exceso. La
verdad es que no le hacía falta. Siempre se reía conmigo porque decía
que no sabía maquillarse. Y encima a mi padre le gustaba con la cara
lavada. Debe ser de familia porque yo odio ese momento de chapa y
pintura. Ya no sé si lo hago para verme yo bien o porque la sociedad te
impone estar "bello" siempre. Nunca he sabido realzar los rasgos
"bonitos" de mi cara y me encantaría que me los enseñaran pero la verdad
es que estoy más entusiasmada en encontrar los rasgos internos que
pueda mejorar.
Por cierto, soy fan absoluta de las ojeras.
Escrito por María del Río.
martes, 18 de abril de 2017
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