Lo había decidido.
Esa misma tarde.
Esperaría
hasta otoño
en esa vía de tren.
Y era primavera.
Esperaría
a que llegara
el tren destino
a París.
Esperaría
a que parara
a sus pies.
Y también
que se rindiera a sus pies.
Y querría
que el maquinista
le regalara
globos.
Era paciente.
Pero también
impaciente.
Escrito por María del Río.
:D
ResponderEliminarGrande mary!
Grande Alba!
Dios!! me encanta!! MUCHAS GRACIAS :)
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