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sábado, 28 de agosto de 2010

Quien sabe...

A lo mejor

mañana

será

otro

día.

A lo mejor.

Porque

siempre

estará

en nuestra

cabeza

esa

gran película

"Atrapado en el Tiempo".

Escrito por María del Río.

miércoles, 25 de agosto de 2010

RESACA

La tenía.
Sí.
Una resaca de escándalo.
Y siempre hacía lo mismo.
Un vaso de agua fría.
Dos Ibuprofenos.
Una moto.
Su moto.
Una carretera de Menorca.
Y un paseo
querido
y necesario.
Paraba.
Se fumaba un cigarro
sin haber comido nada antes.
Es lo que tiene
tener resaca.
Su cabeza
pensaba.
Esta vez
quería
tener la personalidad
de un perro.
Pero de los de verdad.
En ese momento
querría ser un perro.
Y beber agua.
Y mirar a las moscas
sin pensar que son pesadas.
Y la palabra alcohol
no cabría en su cerebro
porque sería un animal.
No se si consiguió
ser un perro.
Pero sí
olvidar
la maldita resaca
por un rato.
Escrito por María del Río.

martes, 24 de agosto de 2010

No jugaba al escondite.

Decidió
no mostrarse más.
Ya no
se vería
su peculiar flequillo.
Tampoco su
escote de escándalo.
Ni su clavícula
perfecta e imperfecta
a la vez.
No jugaba al escondite.
Se escondía sin más.
Y es que el motivo
no era moco de pavo.
Su compañero
murió
de tener la enfermedad
de la arteria carótida.
Y no era ninguno
de los dos expresidentes argentinos.
Ni Carlos Menem.
Ni Nestor Kirchner.
Que también murieron de lo mismo.
Pero en este caso
murió
de esta enfermedad
sin tener
los síntomas normales.
Él murió
por quererla demasiado
y la sangre
dejó de llegarle al cerebro.
Le pasó
por retenerla toda
en su corazón.
Surrealista. Sí.
Pero tierno también.
Escrito por María del Río.

2 Mudanzas

Me compraré

una bici

para hacer

la Mudanza

que me toca.

Luego

más descansada

me sentaré

otra vez en ella

y pedalearé

hasta

llegar

a mi destino

preferido.

Escrito por María del Río.

lunes, 23 de agosto de 2010

IRREVERSIBLE

Sí.

Así es.

No le gusta tener

dos caras.

O eso intenta.

Y tampoco

que la tengan

los demás.

Escrito por María del Río.

Photo By Karlos Sanz.

Whisky "Male"

Un día
le sirvieron
sin la educación
justa y necesaria
en un bar.
Ella se enfadó.
Y es que tampoco
estaba pidiendo
tornillos.
Pedía
lo que se pide en un bar.
Alcohol.
Concretamente
un Whisky.
Supongo
que el camarero
en cuestión
no tenía el mejor día.
Alomejor
no había podido
pagar el alquiler del piso.
O
alomejor era así.
La cuestión
es que a ella
esa ira contenida
de aquel chico
le hizo replantearse algo.
Iba a fabricar
su propio whisky.
Y es que ella
tenía recursos y creatividad
por todos los lados.
Lo consiguió.
Se empezó a distribuir
por todos los bares
el llamado Whisky "Male".
Ella volvió
a ese bar
y le regaló
una botella
a aquel camarero.
Y le escribió
en la botella:
"Con educación se atiende".
Me contaron
que después
de aquello
acabaron vivieron
juntos
en la montaña.
Escrito por María del Río.

HONSUY

Iba en busca de ellas.

Pero antes

quería volver

a

esa carretera.

A ese suelo.

A ese color.

A ese aire

antiguo.

Y es que

la primera

vez

que le regalaron

algo

fue allí.

Ella le regaló

en mitad

de esa carretera

unas baquetas.

Unas Honsuy.

Así se llamaban.

De eso

ya unos diez años.

Hoy pasaba otra vez

por allí

para recordar

ese momento.

Y para comprarse

otras Honsuy.

Escrito por María del Río.

domingo, 22 de agosto de 2010

Era paciente

Lo había decidido.

Esa misma tarde.

Esperaría

hasta otoño

en esa vía de tren.

Y era primavera.

Esperaría

a que llegara

el tren destino

a París.

Esperaría

a que parara

a sus pies.

Y también

que se rindiera a sus pies.

Y querría

que el maquinista

le regalara

globos.

Era paciente.

Pero también

impaciente.

Escrito por María del Río.


Quedamos a las 8

Nerviosa.

Con prisas.

Y de espaldas.

Tenía una cita a ciegas.

Y su distintivo

era

que él

la tenía

que reconocer

de espaldas.

Y mirarla

sólo

con dos colores.

El blanco.

Y

el negro.

Escrito por María del Río.

Blanco y Negro

Ya no eran niñas.

Y lo sabían.

Sus cuerpos

ya poseían

curvas

y

alguna que otra montaña.

Pero hoy querían

rememorar

ese estado

de felicidad infantil.

No tenían

la esperanza

de volver a ser

más jóvenes.

Tampoco querían.

Paradógicamente

la persona

que hizo

esta foto

era un niño.

Un niño que quería

jugar a ser mayor.

Escrito por María del Río.

No te miro

No es una portada
de un Disco
de "Los Planetas".
Pero bien
podría serlo.
Tampoco
es un desierto
lo que se ve.
Pero quizás
más lejos
empiece a serlo.
Es una fotografía.
Pero también
podría ser un cuadro.
El protagonista
no se había perdido.
Se había encontrado
hacía mucho tiempo.
Y eso no es fácil.
Lo único
que quería
era encontrar
otra manera
de andar.
Escrito por María del Río.

Una Silla de Diseño

Una silla

que no necesita respaldo.

Lo tiene

por todos los lados

siendo

invisible.

Y eso me gusta.

Escrito por María del Río.

sábado, 21 de agosto de 2010

Así es.

Me gusta

que me abracen

así.

Escrito por María del Río.


El Famoso "Tira y Afloja"

¿Quién no ha pasado

alguna vez

el famoso "tira y afloja"

con alguien?

Esa sensación

de extasis

cuando todo es ebullición.

Y esa sensación

de padecer sarna

cuando la situación

se te va de las manos

y bordeas un lugar incierto.

El famoso "tira y afloja"

es morboso

pero cansado

también.

El verbo "pringar"

lo practicas

en estos casos.

Y ponerte

una corteza

a tu ser

también.

El "tira y afloja"

es atractivo

pero hasta cierto

punto.

Quizás hasta el tercer punto.

No más.

Y como consejo universal

que sea por poco tiempo.

Sino tu salud corre peligro.

Escrito por María del Río.

viernes, 20 de agosto de 2010

Una Rubia nada tonta

Quiso probar

lo que es ser una chica rubia.

Se tiñó de rubia

y le regalaron

un globo.

Quizás

porque el peluquero

tenía muy incorporado

que las rubias son siempre tontas.

En este caso

se equivocó.

Ella

no estaba

a disgusto con su color de pelo.

Simplemente

odiaba los prejuicios.

Escrito por María del Río.


jueves, 19 de agosto de 2010

Quizás

No espero a nadie.

Bueno sí.

Me espero.

Pero si hoy no llego

no desesperaré.

Me impacientaré.

Quizás.

Escrito por María del Río.

sábado, 14 de agosto de 2010

La Distancia Hiperfocal


Si tuviese que elegir a alguien que me mirara toda la vida, respondería inmediatamente. Sin duda alguna. Él tenía la capacidad de llegar al infinito sin esfuerzo alguno. Y eso no le pasa a cualquiera. Me contaron que él creó su propio horizonte. Y eso tampoco le pasa a cualquiera. Es más, esa capacidad "horizontal" sólo la tenía él.
Su horizonte eran las curvas de una Mujer.
Los pies de ella eran arena. De la blanca.
Sus pantorrilas eran agua. Salada.
Sus muslos eran espuma. Efervescente.
Su pubis era musgo fresco.
Sus caderas eran dos montañas nevadas.
Su vientre era el mejor valle.
Sus pechos eran dos volcanes. En erupción.
Su cuello era una llanura sin fin.
Su boca era entrar por la puerta grande.
Su lengua era desproporcionada.Y eso le hacía tener una personalidad innata.
Su nariz era de mordisco.
Sus ojos eran girasoles. Y sus pestañas también.
Su pelo era una campo de trigo.
Así era el horizonte de él. Y no lo había decidido.
Su mirada quiso que tuviera ese paisaje.
La quería. Pero quería algo más.
Mirar al horizonte era extasiante pero llegar a él, lo sería aún más.
Un día se propuso ir a buscarla.
En el camino vió algo diferente.
El horizonte temblaba y se arqueaba. Ansiaba la llegada de él. Tanto, que el delirio empezó a formar parte de ella.
Era un Horizonte Orgásmico.
Lamento informaros que esta historia no tiene desenlace para nosotros.
Pero para él y para ella sí.
Escrito por María del Río.


Photo By One Dragones.