Sí.
Culpable.
Le cayeron 20 años.
Por decir
verdades como puños.
Pero así es la Justicia
a veces.
Perdón.
Rectifico.
Muchas veces.
Y es que
muchas veces
tener una mirada
de cristal
y
pisar tierra
con decisión
valentía
y
sin miedo
hace que la gente
se ponga las manos
a la cabeza.
Se sorprendan
y lo peor...
que te juzgan
sin fundamento.
Escrito por María del Río.
domingo, 4 de julio de 2010
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