La Cosa Nostra

Eran mafiosos.

Pero a su manera claro.

Una mafia diferente.

Eran tan diferenes

que llevaban

la palabra

tolerancia

muy bien incorporada.

Paradógico pero cierto.

Y

sin nigún tipo de burocracia.

¿Para qué?

Ellos

no planeaban

nada.

Todo

lo conseguían

con su gracia

inteligencia

y

encanto.

Tenían personalidad.

Y lo sabían.

Y es que no es para menos.

Para cada asesinato

utilizaban

un cocodrilo.

Él nunca les fallaba.

Y ellos

se enamoraban cada día más de él.

Se hicieron

con todo

el sur de Italia

en unos seis meses.

Para el Norte

elegirían

otro animal.

Que aquí

no desvelaré claro.

La Cosa Nostra

de Alegría y Jano

era Secreto Profesional.

Escrito por María del Río.


Photo By One Dragones.

21 Semanas y Media

No se dieron cuenta

y

llevaban

una eternidad

en ese

lugar.

No me extraña.

Yo me quedaría

toda la vida

allí.

Ellos

descubrieron

lo

que es

disfrutar

allí.

Ese

lugar

no tenía

piscina

ni sombrillas.

Era la Garganta

del Río "Davidiano".

No necesitaban

nada más

que ellos

riéndose

y sollozando también.

Todo en un estar.

Apenas comían.

Ni pasta para reponerse.

Y es que para qué.

Ellos

eran los protagonistas

de la película

más sensual y extasiante.

"21 Semanas y Media".

Escrito por María del Río.


Photo By One Dragones.

No son de Sandwich

Pensemos

una localización.

Italia

por ejemplo.

Pensemos

en un género.

Road Movie

por ejemplo.

Pensemos

una actriz.

Begoña Serrano.

Una actriz consolidada.

Y es que no es para menos.

Es una mujer de bandera.

Y encima con una mirada

clavada a la de Linda Evangelista.

Pensemos un actor.

Hernando Gómez.

Actor de comedia por excelencia.

No podía ser otro.

Pensemos

una historia.

La de un "pulpo humano"

que les persigue

por toda la Toscana

por temas

de ajustes de cuentas.

Pensemos

en el catering.

Bueno

en eso no hemos de pensar.

Siempre piden el mismo

catering.

"Pasta a la Rica Vida".

Y es que Begoña y Hernando

son pareja

en esta película

pero en la vida real también.

Sin duda alguna

la mejor película.

Doy fe de ello.

Escrito por María del Río.


Photo By One Dragones.

El Acantilado Salvador

Nadie sabía

de ese paraje.

Sólo

ellos.

Ese hombre

y

esa mujer.

Y era más que suficiente.

Él

se enamoró de ella

allí.

Y

viceversa.

Y es que ese acantilado

provocaba

extenuación.

Pero de placer.

Y encima

te salvaba

de posibles

desgracias.

Desgracias

de esas

que te destrozan

el alma.

Pero ellos

nunca

las padecieron.

Siempre habían vivido ahí.

El Acantilado Salvador

les salvó

de la vida real.

Y no vivían

en una Utopía.

Vivían

a su "popolo"

como decía ella.

Y en su propia República

como decía él.

Escrito por María del Río.














Photo By One Dragones.

Por mi Tripa

Por mi tripa

pasan

las mismas letras

que

por mi cabeza.

Y

por mi cabeza

se respira

de la misma manera

que

por mi tripa.

Todo de dentro.

Escrito por María del Río.

Photo By Karlos Sanz.

Una Resaca Diferente

Probadlo.

Salir

con ella

una noche

y

al día

siguiente

no tendreis

la típica

resaca maldita.

Repito.

Probadlo.

Ella

tiene

un método

infalible

para ese

"día siguiente".

Siempre

elige

color.

El Turquesa.

Da igual

la prenda.

Pero lleva

ese color

en algún

lado

de su cuerpo de escándalo.

Aunque se quede

en casa.

El Negro

no cabe ese día.

Y mira

que le gusta.

Contagia

el hambre

a sus invitados.

Siempre

tiene invitados

ese día.

Se y les deleita

con una cena

repleta

de caprichos.

Y después

lo adereza

todo

con el gran placer

de Reirse.

De todo y de nada.

Me contaron

que ha creado escuela.

En ciertas partes

del mundo

han probado

la llamada

"Resaca diferente"

por Ana Cardona.

Y repito otra vez.

Probadlo.

Escrito por María del Río.

CONTRASTES

Sólo él

sabía

como estaba.

Había decidido

no

mostrarlo

sobre un escenario.

Y es que

la vida

muchas veces

no juega a tu favor.

Hoy

su vida

acariciaba

contrastes.

En unos segundos

haría

lo que más le gustaba.

Pero también

en unos segundos

anteriores

había sufrido

un desencuentro.

Contrastes.

En mitad

del concierto

el sudor

era doble.

El primero

era

porque lo estaba

dando

todo

a su público.

Se lo merecían.

Y él también.

El segundo

era un sudor

tembloroso.

No estaba

ella.

Y buscaba

su mirada.

Una mirada

de "órbita"

la llamaba él.

Acabó

el concierto

y

él

seguía

recorriendo

con sus ojos

al público.

No la vió.

Pero ella sí.

Y esta

vez

provocaría

un encuentro

en toda regla.

Los dos querían.

Sí.

Escrito por María del Río.

Photo by One Dragones.

Centrifugada

¿Por qué

muchas veces

la cabeza

no hace un centrifugado completo?

Tendré

que comprarme

una cabeza

con garantía

de por vida.

Aunque pensándolo

mejor

me quedo

como estoy.

La perfección

absoluta

no va conmigo.

La Porción

Incertidumbre.

Pero decidido.

Hoy

iba a buscar

su porción.

No de queso especialmente.

Ese ascensor

le gustaba

porque

tenía espejo.

Cuando

llegara

al quinto piso

encontraría

la tuerca.

La tuerca de su vida.

La almohada

más deliciosa y sensual

de cada noche.

Y de cada día.

Incertidumbre.

Más si cabe.

Y es que estaba

llegando

al número 5.

Pero repito.

Decidido.

Me dijeron

que ella

le abrió

la puerta.

Y todas las restantes.

Se lo merecían.

Escrito por María del Río.

Válgame Dios

Hoy

el Cura

no buscó

la paz

dentro del Monasterio.

Lo hizo

fuera.

Y encontró

la Sal de la Vida.

Ai...Dios Mío

ya

siento

que el cura

dejara

de serlo

en cuanto traspasó

la puerta.

Y es que no me extraña.

Estoy siendo

sarcástica.

Y en este caso

me gusta serlo.

Escrito por María del Río.

Sentencia Firme

Sí.

Culpable.

Le cayeron 20 años.

Por decir

verdades como puños.

Pero así es la Justicia

a veces.

Perdón.

Rectifico.

Muchas veces.

Y es que

muchas veces

tener una mirada

de cristal

y

pisar tierra

con decisión

valentía

y

sin miedo

hace que la gente

se ponga las manos

a la cabeza.

Se sorprendan

y lo peor...

que te juzgan

sin fundamento.

Escrito por María del Río.

Sí Quiero.

Se quieren.

Sí.

Y se lo dicen.

Hoy

ha tocado

en una lavandería.

Escrito por María del Río.

¿Apostamos?

Es obvio

que la mirada

de David Bowie

es letal.

Sí.

Y es que

tener

un ojo verde

y el otro azul

impacta.

Y encandila también.

Pero

perdonad

mi osadía

por desbancaros

ese pensamiento.

Lo que os voy a contar

es verídico.

Sí.

Abstenerse

los que carecen

de sensibilidad

e imaginación.

Aquí la servidora

ha conocido

a la Mirada más impactante.

Sí.

Y deja a la mirada de Mister David

en el suelo.

Os explico.

La mirada de esa chica

era diferente

a la par

que excitante.

La gente no sabía

lo que había detrás de ella.

Yo sí.

Y qué bien que fuera así.

Ella tenía

la capacidad

de ver

diferente.

Era un "Caleidoscopio" ocular.

Y además en

el ojo izquierdo

tenía

un lunar.

Ella veía lo que se le antojaba.

Y sin esfuerzo.

Normalmente

elegía

como paisaje

el Sur.

Cuando pensaba en ello

sus ojos

eran espuma.

No hacía

falta maquillarlos.

Su mirada

poseía el color rojo.

Y sin esfuerzo tampoco.

Menuda delicia

observar

esa maravilla.

Ella me dijo

que tener

esa mirada

no era de nacimiento.

Todo era cuestión

de querer

vivir de la mejor manera.

Ella no se engañaba.

Sino

que observaba

lo que es la vida

con belleza.

La dureza

estaba

pero

vivir

con desparpajo

es primordial.

Y

ahora decidme

qué mirada

es más letal.

La de ella

o la de David Bowie.

Escrito por María del Río.

Mil Espejos

No ha dormido bien

a pesar

de quitarle la manta

no con intención

pero sin preaviso.

Se ha despertado

con lluvia.

Que no tormenta.

Que es diferente.

Quizás

escribiendo

tenga otro

despertar.

Un despertar desnuda.

Quizás.

escrito por María del Río.

ALASKA

Acababa de despertarse.

Sus ojos le delataban.

Pero los disfrazó.

Ese espacio ocular

ahora era

un misterio.

Y es que

no era un despertar cualquiera.

Estaba

en Alaska

y se despertaba

de una Siesta.

Algo que no entendían

la gente de allí.

Pero tenían envidia de ella.

No sabían el significado

de esa palabra.

Y es que cerrar

tus ojos

durante

unos minutos

por placer

es

quitarse

un muro

de pesadez.

Se puso las gafas rojas

tras la siesta.

Y es que sabía

que la mezcla del verde

con el rojo

era una de sus favoritas.

Era la llamada

"Siesta en Alaska".

Al cabo del tiempo

los habitantes

de Alaska

la probaron

y

supieron

lo que se sentía.

Escrito por María del Río.

Photo By One Dragones.