improvisada
ella
acabó
ahí.
En el Bar más emblemático
de Sorrento.
Ella no era de ahí.
Poseía
una belleza
indescriptible.
La forma de sus ojos
era letal
frente
a los transeúntes
que se le cruzaban.
Ella acabó ahí
de forma inesperada.
Y es que
el teléfono
no sonó
como ella hubiera querido.
No decayó.
Sí desesperó.
Pero sólo un poco.
Cogió el coche
y su intuición
le llevó
a ese bar.
No para emborracharse.
Ni tampoco para enamorarse.
Y es que en los bares
la palabra amor no cabe.
Más bien "dispersión"
es la acertada.
Ella acabó
ahí
por el sonido
de la música
desde fuera.
Y es que Gino Paoli
estaba cantando
el famoso tema
"Senza Fine".
Eso le empujó
a entrar.
Entró
y supo
que
tenía que reencontrarse
con su mejor amiga.
Su Garganta.
Para volver
a hacer
lo que mejor sabía.
Cantar.
Y así lo hizo.
Escrito por María del Río.
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