de ningún periódico nacional ni local.
Tampoco de ninguna revista
especializada en música.
Es mi Reseña.
Y con eso ya basta
para escribir estas líneas.
Tras ese concierto
el Escenario
quedó extasiado.
Me dijeron
que no podría funcionar
hasta dentro de unas semanas.
Y es que los individuos
que estuvieron
encima de él
le habían absorbido
toda la energía.
De la buena claro.
El Escenario
tuvo brillo
y se empapó
del mejor sudor.
No quería
que se acabara el bolo.
Y es que a pesar
de ser uno de los escenarios
más emblemáticos
de la Ciudad
supo tener la humildad adecuada.
Y es que tener a Havalina
como protagonistas
requiere tener ante todo
sencillez.
Fue un final de bolo
con bombo incluído.
El Escenario
se quedó sin palabras.
Y yo también.
Fue quizás
la mudez
más deliciosa.
Escrito por María del Río.
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