Era original.
La manera de encontrarse
no había sido
mediante
un teléfono.
Él le escribió
en los pétalos
de un clavel
la hora y el lugar
donde se encontrarían.
Ella vería el mensaje
en el picaporte
de la puerta de su casa.
Y allí decidiría.
Mientras
él
esperaría
una de las dos palabras.
Un Sí
o
un NO.
Nunca habría pensado
en volver a tener 15 años.
Pero ella
hizo que fuera así.
Esa misma noche
el Bar Elephant
quizás
presenciaría
ese encuentro tan maduro
pero también tan infantil.
No era un Bar cualquiera
Y es que ellos
tampoco eran unos "cualquieras".
Era una bar en blanco y negro.
El color lo ponían sus clientes
si querían.
Llegó la noche.
El Bar Elephant
anhelaba ese encuentro.
Pero lo mejor
era que los protagonistas
de esa historia
estaban llegando
a paso firme
a ese bar.
Por separado.
Pero para encontrarse
minutos después.
Escrito por María del Río.
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