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domingo, 30 de mayo de 2010

Doña Facundia

Sus padres

no sabían

la que se

le avecinaba

a su hija

Facundia.

Y es que llamarse así

conllevaba

múltiples comentarios.

Cuando era pequeña

los profesores

le tapaban la boca

con celo

cada día de clase.

Decían que era lo mejor

para su ataraxia.

Ella no entendía nada.

Pero la edad

le dió la respuesta.

Ya no era una margarita.

Sino una mujer.

Su primer novio

le tapaba la boca

con besos.

Al menos eso no le entristecía tanto.

Con el tiempo

se olvidó de las palabras.

La expansión de su lenguaje

se hizo nula.

Y es que como he dicho antes

llamarse Facundia

no es moco de pavo.

Me pregunto

si los padres

lo hicieron

a propósito

o simplemente

les gustaba

ese nombre.

Doña Facundia

no volvió a hablar.

Al menos

eso me comentaron.

Escrito por María del Río.

¿Superfluo?

No.

No lo era.

Al menos para él.

Un individuo

de trazado

limpio

elegante

pícaro

y

práctico.

Era su lugar

para desordenar su cabeza

y quizás después

ordenarla

otra vez.

Decían

que era un Callejón Superfluo.

Pero para él

era imprescindible.

Escrito por María del Río.

sábado, 29 de mayo de 2010

Una Caldera nada Convencional

Se baña.

Se moja el cabello

y el cuerpo

con mimo.

Sale.

Se seca pero no del todo.

Desnuda

se dirige a la cocina.

Tiembla

pero no le importa.

Coge un aceite

que le acaban de regalar.

Lo desliza

por todo su cuerpo.

Su piel es tersa

de naturaleza.

Pero hoy

quiere que lo sea aún más.

Un Ruido.

Más bien un suspiro.

Ella se extraña.

Está sola.

Lo que no sabe

es que la Caldera de su casa

se ha excitado.

Y es que la Caldera

hace tiempo que está enamorada

de ella.

Hoy no ha podido

retener ese sentimiento.

No es convencional.

Ni ella.

Ni la Caldera.

Escrito por María del Río.

De haberlo Sabido

Domingo.

Ella llegaba

con el rimmel corrido.

Hacía tiempo

que no le gustaba

el portal de su casa.

Y es que

notaba la ausencia de él.

La notaba con rabia

pero con elegancia.

Ese domingo mañanero

llevaba paraguas.

Entró al portal

sin cerrarlo.

Subío al ascensor.

Se frotó los ojos.

Y es que no se creía

lo que estaba viendo.

El ascensor

no tenía números.

Y el suelo

tenía hierba muy húmeda.

Ella salió corriendo.

No debió hacerlo.

Si llega a esperar unos minutos

hubiera subido al mejor piso.

El piso

en el que estaba él.

De haberlo sabido

se hubiera quedado sin dudarlo.

Pero es lo que tiene

no arriesgarse a veces.

Escrito por María del Río.

ASCO

Cogió un rotulador.

La palabra que escribió

fue

"Asco".

No le gustaba

pero sus dedos

y su estar

fueron las culpables.

Se quedó mirando

la palabra.

Se la repitió

una y otra vez en la cabeza

y luego la verbalizó.

Seguía sin gustarle.

Al cabo de un rato

decidió ganar a esa palabra.

Lo haría con un verbo.

Exactamente

el verbo "Deshacer".

La descompondría

y la mimaría

aunque le costara.

Y es que a veces

es necesario

ponerse estos retos.

No.

Rectifico.

Siempre es necesario.

Escrito por María del Río.

Atrévete

Mezcla

un pintauñas rojo

y

cómete una piruleta.

Verás lo que te pasa.

Escrito por María del Río.

La Mejor Targeta de Visita

No hacía Sol.

Pero no importaba.

A ella le habían dado

una Targeta de Visita.

Pero ilimitada.

Y sin vuelta.

Y eso ella no lo sabía.

Un beso era la excusa.

Tampoco sabía

que

tras ese beso

habría un "Siempre".

No me quedó claro

si acepto ese regalo.

Y es que conllevaba

cierto riesgo.

Exactamente

el Disfrute en toda regla.

Y eso asustaba claro.

Lo bueno también asusta.

Escrito por María del Río.


Picture by Tais Alvarado.

jueves, 27 de mayo de 2010

ELEPHANT

No era una Cita cualquiera.

Era original.

La manera de encontrarse

no había sido

mediante

un teléfono.

Él le escribió

en los pétalos

de un clavel

la hora y el lugar

donde se encontrarían.

Ella vería el mensaje

en el picaporte

de la puerta de su casa.

Y allí decidiría.

Mientras

él

esperaría

una de las dos palabras.

Un Sí

o

un NO.

Nunca habría pensado

en volver a tener 15 años.

Pero ella

hizo que fuera así.

Esa misma noche

el Bar Elephant

quizás

presenciaría

ese encuentro tan maduro

pero también tan infantil.

No era un Bar cualquiera

Y es que ellos

tampoco eran unos "cualquieras".

Era una bar en blanco y negro.

El color lo ponían sus clientes

si querían.

Llegó la noche.

El Bar Elephant

anhelaba ese encuentro.

Pero lo mejor

era que los protagonistas

de esa historia

estaban llegando

a paso firme

a ese bar.

Por separado.

Pero para encontrarse

minutos después.

Escrito por María del Río.

sábado, 22 de mayo de 2010

¿Ubicuidad?

No.

Más bien lo contrario.

A ella

le han Desubicado.

Pero

para bien.

Escrito por María del Río.


Photo By One Dragones.

martes, 18 de mayo de 2010

No nos hemos avisado

Me he enterado de algo.

Hoy se me ha echado de menos.

Pero no me han hecho eco

de ese sentimiento.

Me han echado de menos

por no verme

con labios rojos

y un cigarrito en mi boca.

Me han echado de menos

por no ver que me mordía

mis uñas rojas

recién pintadas.

Me han echado de menos

por no ver mis ojos

tras unas gafas rojas.

No me han avisado de ese

"te he echado de menos"

pero yo tampoco

he avisado

que también sentía lo mismo.

Escrito por María del Río.



Photo By One Dragones.