Hay dos clases de "Capeados".
El Primero.
El que nos entorpece de manera inconsciente.
Ese que incorporamos a nuestras espalda
día a día.
Esas malditas "capas"
que no nos dejan ser como somos
de vez en cuando.
"Capas Anti-Disfrute"
las llamo yo.
Tiene solución.
Y no bajo prescripción médica.
Es un proceso de cada uno.
Lento pero gratificante
cuando ves que te desprendes de capas
poco a poco.
El Segundo.
Es un "Capeado"
que normalmente
hacemos uso las mujeres.
Cuando nos da "el punto"
recurrimos
a un corte de pelo.
Normalmente
cuando necesitamos un cambio radical a nuestra vida.
Otras veces es porque sí.
Ese Capeado
nos da luminosidad
y más belleza.
Exterior e interior.
Ahora bien...
preferiblemente
es necesario que te lo haga otra persona.
Porque sino
puedes correr el riesgo
de trasquilarte
tu cabeza y tu espíritu.
Y entonces
vuelves al primer "Capeado"
otra vez.
Así que...
Marchando un Capeado
con tu mejor estilista
y
LISTO!!!!
Escrito por María del Río.
El Primero.
El que nos entorpece de manera inconsciente.
Ese que incorporamos a nuestras espalda
día a día.
Esas malditas "capas"
que no nos dejan ser como somos
de vez en cuando.
"Capas Anti-Disfrute"
las llamo yo.
Tiene solución.
Y no bajo prescripción médica.
Es un proceso de cada uno.
Lento pero gratificante
cuando ves que te desprendes de capas
poco a poco.
El Segundo.
Es un "Capeado"
que normalmente
hacemos uso las mujeres.
Cuando nos da "el punto"
recurrimos
a un corte de pelo.
Normalmente
cuando necesitamos un cambio radical a nuestra vida.
Otras veces es porque sí.
Ese Capeado
nos da luminosidad
y más belleza.
Exterior e interior.
Ahora bien...
preferiblemente
es necesario que te lo haga otra persona.
Porque sino
puedes correr el riesgo
de trasquilarte
tu cabeza y tu espíritu.
Y entonces
vuelves al primer "Capeado"
otra vez.
Así que...
Marchando un Capeado
con tu mejor estilista
y
LISTO!!!!
Escrito por María del Río.
Foto de Juan Aragonés |