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miércoles, 15 de junio de 2011

30 Céntimos.


Por una vez

pudo decir

que había encontrado

algo

bueno

bonito

y

ante todo

barato.

Había encontrado

algo

que le daría

la adrenalina

que necesitaba.

Su manera

de pasárselo

bien

fue comer (o chupar)

chupa-chups azules.

Comiéndose uno de esos

las noches eran más fructíferas

que ponerse morada de tequila.

Las propiedades

de estos caramelos

eran sanas.

No llevaban azúcar.

No hacía falta.

El resultado era tal

que los bares tuvieron

que poner una máquina de estos chupa-chups.

No hacía que te trabaras al hablar

ni que se te pusiera la cara igual que un girasol

tras ingerir grandes dosis de alcohol.

Y hasta llegabas a casa

sin haber perdido nada

y con las sandalias intactas.

Pero quizás lo más importante, sobre todo para estas épocas de crisis,

era que por tan sólo 30 céntimos

tenías diversión asegurada.

Probádlos

y ya vereis

que se os pone

la misma cara de felicidad

que la fundadora

de estos caramelos

llamada

"Jimena Blue".

Escrito por María del Río.

Photo by Clara León.

4 comentarios:

  1. Felicidad azul, soy una chica con suerte: no sé si te acuerdas, pero es el 2º micro que me escribes... Eres muy bonita, gracias.

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  2. Es buenísimo...
    y basado en hechos ireales, además!

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