visitas

jueves, 25 de marzo de 2010

El Búho Real

Le llamaban así.

"El Búho Real".

Por ser

Nocturno

y

por su gran Majestuosidad.

Cada noche

él

brindaba las mejores melodías

a todos los transeúntes

de un Bar muy frecuentado

de Berlín.

Los colores estaban

siempre presentes.

Y es que poder

escucharle

era más que una delicia.

Era un anhelo constante.

El Silencio

también cabía en ese Bar.

El Silencio del Asombro.

Asombro

de tanto talento.

La Despedida

era el peor momento de la Noche.

La gente

iba por él.

Y es que su sombrero

y su estilo no dejaba indiferente.

Pero ante todo

su talento musical innato

hacía

que la gente volviera

una y otra vez.

Lo más curioso

y

a la vez

inquietante

era la norma impuesta por él.

Y es que siempre

se le podría ir

a escuchar

pero nunca se le vería

su rostro.

Siempre estaría de espaldas.

Bonita espalda la suya.

Bonito cogote también.

Y es que según

él

no era necesario

conocerle

físicamente.

El poder oir

sus melodías

era conocerle

aún más.

Y el "Búho Real"

prefería eso.

Escrito por María del Río.

1 comentario: