Le llamaban así.
"El Búho Real".
Por ser
Nocturno
y
por su gran Majestuosidad.
Cada noche
él
brindaba las mejores melodías
a todos los transeúntes
de un Bar muy frecuentado
de Berlín.
Los colores estaban
siempre presentes.
Y es que poder
escucharle
era más que una delicia.
Era un anhelo constante.
El Silencio
también cabía en ese Bar.
El Silencio del Asombro.
Asombro
de tanto talento.
La Despedida
era el peor momento de la Noche.
La gente
iba por él.
Y es que su sombrero
y su estilo no dejaba indiferente.
Pero ante todo
su talento musical innato
hacía
que la gente volviera
una y otra vez.
Lo más curioso
y
a la vez
inquietante
era la norma impuesta por él.
Y es que siempre
se le podría ir
a escuchar
pero nunca se le vería
su rostro.
Siempre estaría de espaldas.
Bonita espalda la suya.
Bonito cogote también.
Y es que según
él
no era necesario
conocerle
físicamente.
El poder oir
sus melodías
era conocerle
aún más.
Y el "Búho Real"
prefería eso.
Escrito por María del Río.
"El Búho Real".
Por ser
Nocturno
y
por su gran Majestuosidad.
Cada noche
él
brindaba las mejores melodías
a todos los transeúntes
de un Bar muy frecuentado
de Berlín.
Los colores estaban
siempre presentes.
Y es que poder
escucharle
era más que una delicia.
Era un anhelo constante.
El Silencio
también cabía en ese Bar.
El Silencio del Asombro.
Asombro
de tanto talento.
La Despedida
era el peor momento de la Noche.
La gente
iba por él.
Y es que su sombrero
y su estilo no dejaba indiferente.
Pero ante todo
su talento musical innato
hacía
que la gente volviera
una y otra vez.
Lo más curioso
y
a la vez
inquietante
era la norma impuesta por él.
Y es que siempre
se le podría ir
a escuchar
pero nunca se le vería
su rostro.
Siempre estaría de espaldas.
Bonita espalda la suya.
Bonito cogote también.
Y es que según
él
no era necesario
conocerle
físicamente.
El poder oir
sus melodías
era conocerle
aún más.
Y el "Búho Real"
prefería eso.
Escrito por María del Río.
Gracias Mary! Un besazo!
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