Despertó.
Y pensaba que estaría él.
A su lado.
Pero no fue así.
Se echó las manos a la cabeza.
No de sorpresa.
Sino de asombro con ella misma.
Por una vez
desde hacía 3 años
quiso
despertarse al lado de otro cuerpo.
Por una vez
desde hacía tres años
le habían dado el mejor antídoto.
Este pensamiento
tan sólo duró
los segundos que tardó
en irse a la ducha.
No le dió tiempo a pensar más.
¿El motivo?
Él volvió.
La bañó con mimo
y la secó con pasión.
Por una vez
desde hacía tres años
a él también
le habían dado el mejor antídoto.
Bendita coincidencia la de estos dos cuerpos!
Escrito por María del Río.
Por una vez pensó que ese baño la llenaría de nuevos olor(es) y de nuevos sabor(es). Pintaría cuadros de espuma y esperaría, teñida de blanco, a que el cuerpo (del otro) encajara con el suyo. Por una vez.
ResponderEliminarPor una vez pensó, que era verdad que los sueños se cumplían y que todo podía pasar, en una ducha. Acompañada y aun, con ganas de vida...
ResponderEliminarPrecioso Mary. Gracias :))))
Cristina
¿de dónde has sacado esa foto tan genial?
ResponderEliminar...y del texto ni hablamos. Puro arte!
mua!