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lunes, 4 de octubre de 2010

ANISOPTERAS

Nunca se había visto algo parecido.
Ni en esa zona
ni en ninguna parte.
Y es que poder vislumbrar
a dos Anisopteras
puede ser algo normal.
Pero que sean
dos Anisopteras humanas
es algo anormal.
Pues bien
existieron por un rato.
Dos "Libélulas" humanas.
La culpa la tuvo él.
Siempre había querido
que su amor platónico
fueran dos Libélulas.
Pero humanas.
Y lo consiguió.
Se encontró
con dos bellezas de escándalo
en las cercanías de un lago.
Eran las Ninfas acuáticas
más bellas de esa zona.
Era el sueño de él
desde que era pequeño.
Y se cumplió.
Y no se lo pidió a la Luna
ni al color rojo.
Simplemente
se dejó llevar.
Pero sólo durante unos minutos.
Y es que los cuerpos de ellas
eran de alas largas
y eso hacía que fueran
las más veloces de la zona.
No las volvió a ver.
Pero quedó saciado
de tanta belleza
hasta su muerte.
Escrito por María del Río.

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