Cuando estudié Derecho siempre pensaba que faltaban derechos y sobraban otros.
Faltaban los derechos "emocionales".
Sí.
Me inventé llamarlos así.
En ningún código se establecía el "derecho a atreverse sin ser juzgado".
Tampoco el "derecho a observar" sin ser cuestionado.
Y menos aún el "derecho a abrir la boca sin que te censuren".
Y ahora me podréis decir que todos estos derechos son lo que llamamos "libertad de expresión".
Pero como en este país ( y en tantos otros) no se cumple, a lo mejor
estableciendo otros nombres a esa gran palabra llamada "libertad", se
cumpla de una puñetera vez.
Escrito por María del Río.
sábado, 3 de marzo de 2018
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