Estos tres individuos se toman la vida con humor.
Van a la pastelería a comprar velas y piden 215.
La pastelera se queda un poco sorprendida y vuelve a preguntar la cifra.
Mi padre con semblante serio le dice que sí, que son esas las cifras.
Le explica que ellos tres cumplen esa edad siendo amantes.
Y mi madre y el mejor amigo de ellos asienten y les entra la risa claro.
Así son ellos.
Se ríen de la edad y disfrutan la vida.
Con mucho humor claro.
Escrito por María del Río.
viernes, 26 de agosto de 2016
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