Perdemos
mucho tiempo en pensar cuál será nuestro destino, qué llegaremos a ser,
si tendremos esto y lo otro y una larga lista de propósitos absurdos,
sin darnos cuenta que no importa dónde llegues sino el camino recorrido
sin rumbos prefijados.
Vivamos más la trama que el desenlace.
Escrito por María del Río.
lunes, 16 de mayo de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario