Caminaré con tacones en esa calle tan frecuentada. Mis ojos estarán
maquillados con mucha raya negra y el pelo rubio bailará suelto y un
tanto alborotado. Seguiré caminando excitada sin fijarme que hay mucha
gente a mi alrededor. Respiraré. No me importará que suspiren por mi
andar contoneándome porque por fin te veré. A lo lejos. Pero te veré. Y
ya no caminaré sino correré. Y después saltaré para rodear mis largas
piernas en tu cintura. Y todo lo demás te lo diré al oído para que nadie
de esa calle se entere. Sí. Eso haré.
Escrito por María del Río.
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Foto de Karlos Sanz |
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