Siempre he sido así.
Siempre he amado lo imperfecto.
En todos los sentidos.
Recuerdo que cuando tenía 14 años me fijé en un chico por una cicatriz
que tenía en la ceja. Y me enamoré de ella y segundos después de él. De
esa imperfección tan perfecta. Así soy yo. La belleza extrema me
sorprende y me aburre a la vez pero lo imperfecto me atrapa.
Y por eso, esta cuchara que tengo en mi casa, es así. Imperfecta.
Como yo.
Escrito por María del Río.
sábado, 24 de noviembre de 2018
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