visitas

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Mírale


Mírale a los ojos y verás algo en ella.
Algo oculto que la hace aún más especial.
Yo todavía no he logrado descifrar lo que es pero algún día lo sabré.
Ella tiene  algo oculto que la delata en su andar y en cómo se muerde las uñas.
También en sus silencios.
Cuando no habla los espacios  se encogen de agonía.
Ella escucha. Lo hace bien. El abrirse no lo hace tan bien. No por inexperiencia sino porque describir un sentimiento o estado no es moco de pavo para ella y prefiere callarse a soltar palabras huecas. Es perfeccionista de nacimiento.
Mírale a los ojos y verás algo en ella.
¡Oye! Mejor no lo hagas. 
Acabarás rendido a ella.
Escrito por María del Río. 

martes, 8 de septiembre de 2015

GRACIAS

Estamos más acostumbrados o nos es más fácil decir lo malo que lo bueno.

Llamádme loca pero yo si veo algo que me gusta por la calle, lo digo. Pero eso es raro. Y es menos raro insultar al otro en el coche o por la calle. 
El otro día cogí un taxi y me encantó la voz del taxista y su elegancia. Sí. Se lo dije. No pretendía ligar. No. Simplemente se lo dije y ya.  Pero eso es raro. Y la verdad es que no lo entiendo. A lo mejor el taxista se fue con una sonrisa en la cara y pasó la noche recorriendo la ciudad con otro talante. 
Estamos acostumbrados a no decir las cosas que nos agradan. Y menos acostumbrados a no dar las gracias por pasar un buen rato con alguien. 
No pretendo dar una lección de esas de positividad al estilo de Jodorovsky pero sí plasmar que si no decimos lo que sentimos, ¿cuándo lo haremos?, ¿cuándo la otra persona ya no esté?. 
A veces pienso cuántas palabras buenas nos habremos reprimido hacia otras personas y dónde habrán ido a parar. Estarán en un planeta a punto de estallar por la acumulación de sentimientos  vacíos  de compañía.  Y me da rabia.  Si estás pasando un buen rato con alguien dale las gracias por ello.  Aunque no lo vuelvas a ver o aunque sea tu amigo más íntimo. 
¿Qué cuesta decir GRACIAS? Dilo en inglés, francés , chino pero ¡dilo! 
Todo esto se extrapola a las relaciones de padres e hijos, amigos, al panadero de al lado de tu casa, por no hablar de relaciones de pareja o de sexo de una noche. Sí, en este último caso es raro decir : “Gracias por esta noche de sexo contigo”. No quieres denotar ni un ápice de emoción aunque hayas estado con otro cuerpo desnudo despojado de corazas. 
Miedo. Cobardía. Inhabilitación emocional o mucha tontería preestablecida.
Y sí. Me incluyo y me aplico todo lo dicho en estas líneas.

Así que utilicemos más las cuerdas vocales para agradecer y no las hagamos callar constantemente.

¡Ah! GRACIAS por leerme. 
Escrito por María del Río.