¿Os habeis parado a pensar que pasaría si los espejos hablaran?
Pues yo sí. Además en muchos momentos del día.
Y es que si los espejos hablaran, a veces nos llevaríamos una alegría y otras un batacazo de sinceridad (nada agradable por cierto).
Si hablaran, de buena mañana cuando nos levantaramos entre legañas y malhumor, nos destrozaría más el despertar. Y es que, a no ser que seas un pibón, nuestra cara no es que sea muy agradable a esa hora matutina.
El espejo nos diría, por dar un ejemplo, ¡Nena! vete a la cama otra vez que con esa cara tu jefe te despide fijo!.
Al mediodía a lo mejor te diría otras cosas. Todo dependería del espejo con el que te toparas. Como en los seres humanos, los espejos se clasificarían en caracteres. A lo mejor, te cruzarías con un espejo generoso y te arrancaría una sonrisa y te diría que ya te queda menos para acabar tu jornada de trabajo. Pero también te podrías cruzar con otro que te dijera, ¡Nena! sigues con el mismo jeto de esta mañana.
Pero también habría debilidades en ellos. Y es que cuando te miraras desnuda frente a él, ahí el espejo podría excitarse hasta el infinito. O también podría rechazarte por no gustarle lo que ve.
Así que en parte mejor que no hablen. Que para eso ya nos tenemos a nosotros mismos para sentirnos cada día más seguros y que nos importe "un bledo" lo que piensen de ti.
Escrito por María del Río.
Pues yo sí. Además en muchos momentos del día.
Y es que si los espejos hablaran, a veces nos llevaríamos una alegría y otras un batacazo de sinceridad (nada agradable por cierto).
Si hablaran, de buena mañana cuando nos levantaramos entre legañas y malhumor, nos destrozaría más el despertar. Y es que, a no ser que seas un pibón, nuestra cara no es que sea muy agradable a esa hora matutina.
El espejo nos diría, por dar un ejemplo, ¡Nena! vete a la cama otra vez que con esa cara tu jefe te despide fijo!.
Al mediodía a lo mejor te diría otras cosas. Todo dependería del espejo con el que te toparas. Como en los seres humanos, los espejos se clasificarían en caracteres. A lo mejor, te cruzarías con un espejo generoso y te arrancaría una sonrisa y te diría que ya te queda menos para acabar tu jornada de trabajo. Pero también te podrías cruzar con otro que te dijera, ¡Nena! sigues con el mismo jeto de esta mañana.
Pero también habría debilidades en ellos. Y es que cuando te miraras desnuda frente a él, ahí el espejo podría excitarse hasta el infinito. O también podría rechazarte por no gustarle lo que ve.
Así que en parte mejor que no hablen. Que para eso ya nos tenemos a nosotros mismos para sentirnos cada día más seguros y que nos importe "un bledo" lo que piensen de ti.
Escrito por María del Río.
Me gusta como se cierra al final....;)
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