Así que yo me tomo la vida así. A cada arruga o imperfección le doy un título y una historia y juntando todas ellas tienes tu biografía personal e intransferible.
Hoy elijo una arruga que tengo en la comisura de mi boca. Sí. Hace años que la tengo. Hoy he decidido darle el protagonismo que se merece. Demasiado dormida la he tenido. A esa arruga la he llamado "Riesgo a ser Feliz". Hace ya más de 10 años fui estudiante en la facultad de derecho. Nunca me atrajo esa carrera pero la acabé con toda la fuerza de voluntad que eso conlleva. A día de hoy me quedo con la cultura que aprendí y con dos historias paralelas y amorosas que me atraparon al instante. Lo más contradictorio de todo esto es que hasta al cabo de bastantes años no me dí cuenta de lo intensas que llegaron a ser. El motivo pudo ser la falta de madurez o simplemente a no querer arriesgarme a ser feliz.
Lo que sí sé a día de hoy es que fueron dos historias dignas de recordar pero inacabadas, una no queriendo por ambas partes y la otra fue porque huí de la manera más cobarde.
Y ahora recorriendo esa arruga veo que el tiempo es férreo en sus agujas pero sí puedo hablar de ello con una sonrisa melancólica que no es poco.
Escrito por María del Río.