Cuando te das que cuenta que YA.
Que ya no respiras de la misma manera.
Que ya no revoloteas con ganas.
Que tu impulsividad no vuelve al Play.
Que tu frescura se ha vuelto tímida.
Que tus palabras son huecas y los silencios aterradores.
Que tu cuerpo va separado de tu cabeza y viceversa.
Cuando te das cuenta que YA.
Que ya no quieres su SED.
Y vuelves a tu SER.
Escrito por María del Río.
martes, 1 de mayo de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario