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domingo, 23 de agosto de 2015

PRONÓSTICO

Visión borrosa.
Taquicardias.
Dolor muscular.
Nerviosismo.
Y no era hipocondriaca.
Eran señales de alerta de que algo se avecinaba.
Por fin huía del miedo.
Y posteriormente caería rendida a su boca, su cuerpo y sus palabras.
Por fin se daría cuenta de que estaba ante la enfermedad de no querer enamorarse estándolo ya.
Escrito por María del Río.

sábado, 22 de agosto de 2015

Ruta 66

Consiguió lo que quería.
Hacer la ruta 66.
Pero quería algo más.
Quería recorrerse todos los moteles de cada estado americano.
Con él.
Pero no lo tenía del todo definido.
Tras hacer un riguroso casting durante 4 meses y ya desesperanzada se topó con alguien.
Y lo eligió a él.
¿El motivo?
Su brazo izquierdo.
Ese brazo que le cogió a toda ella con garra y la llevó hacia un lugar que jamás se hubiera imaginado.
Escrito por María del Río.

viernes, 21 de agosto de 2015

¡Zas!

Su primer fin de semana solo.
Ya había llegado el momento de que sus padres aceptaran que ya no era un chico de pasar los fin de semanas con su cuaderno de deberes Santillana.
Era el momento de quedar con ella. Esa niña/chica pizpireta sin proponérselo, de pelo alborotado y una boca con unos labios carnosos dignos de ser besados una y otra vez.
Él no dio el primer paso. Fue ella. A la salida de la clase de matemáticas. Fue clara. Mira, nunca he dado un beso y la verdad es que no sé si tú ya has besado todas las bocas de la escuela, pero eso me da igual, porque para mi serás la primera boca a quien bese. Si tú quieres claro.
Era inteligente. Él había besado a 5 bocas pero la que quería era la de ella. Sobre todo por su seguridad y porque nunca hubiera pensado que acabar una clase de matemáticas fuera tan gratificante.
Quedaron el sábado a las 19. Él estaba nervioso pero se lo negaba a si mismo. Pero dejó de hacerlo cuando de repente pensó que aunque hubiera besado otras bocas, no sabía besar. Ahí se colapsó y sólo quedaban 10 minutos para que ella llegara.
Llegó. Con una sonrisa de lado a lado. Se sentó en el sofá como si estuviera esperando el autobus del cole y con un gesto lade su mano le pidió que fuera al lado suyo. Él se acercó y ella le dijo que le besara. No pudo y ella sonrió. Sabía que te pasaría eso dijo ella. Desvirgar a una chica en su primer beso es una gran responsabilidad y más si las demás bocas besadas no han sido con chispa. Otra vez volvía a ser inteligente y eso a él le incomodaba a la vez que le tentaba besarla una y otra vez. Tras un silencio entre los dos ella mojó sus labios con los de él y simplemente sucedió. Fue el primer beso para los dos y quizás el mejor de sus vidas. Tan fue así que a día de hoy cuando lo recuerdan, pueden volver a probarlo una y otra vez. Nunca se despegaron el uno del otro.
¡Qué cosas!
Escrito por María del Río.

martes, 18 de agosto de 2015

ÉL.

Hoy cumple años la persona que me traía un cucurucho de sugus de los azules sabor a piña cada vez que me ponía enferma cuando era pequeña.
Hoy cumple años la persona que cuando me aburría siempre me decía que leyera y escribiera.
Hoy cumple años la persona con los ojos tan verdes como las manzanas granny smith.
Hoy cumple años la persona que me enseñó a que con perseverancia y humildad, los sueños se consiguen.
Hoy cumple años la persona que me enseñó a querer y ser querida.
Hoy cumple años la persona con la que cada día aprendo algo nuevo.
Hoy cumple años la persona con la que mantengo las mejores conversaciones telefónicas repletas de sabiduría y complicidad.
Hoy cumple años la persona que su "te quiero" es tocarme la nariz y una sonrisa de lado a lado.
Hoy cumple años la persona que me ha demostrado que cumplir años no importa si mantienes un espíritu inquieto, jovial a la vez que maduro.
Hoy cumple años la persona que cuando sabe que voy a Barcelona llega a casa a la hora de comer nervioso y feliz.
Hoy cumple años la persona de la que me siento más que orgullosa de ser su hija. 

Felicidades Papá. 
Te quiero.
Escrito por María del Río. 

lunes, 17 de agosto de 2015

CONVICCIÓN

Cada vez que veo esta foto me acuerdo de las luchas que tenía con mi abuela por no querer ponerme esos vestiditos. Lloraba y mucho. Yo lo único que quería era que pasara ese momento de princesita y que madre me volviera a poner mis petos de pana gorda, mis jerseys de lana de colorines y mis zapatillas con velcro. Y ser traviesa. Muy traviesa. Pero mi abuela tenía un alto poder de convicción y la quería con locura. Y por esto último dejaba que fuera su princesa durante unas horas.
Escrito por María del Río.

El poder del Abrazo

El poder del Abrazo: Acoges y te acogen.
Escrito por María del Río.