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miércoles, 6 de junio de 2012

Sueño en forma de Meca.

No suelo tener esos sueños típicos como lo de tener una mansión, el príncipe azul perfecto, un perro o siete gatos, un viaje a las Maldivas o lo de tener una boda por todo lo alto.
No. Suelo tener otro tipo de sueños. Y casualmente todos acompañados de música. Recuerdo que cuando era pequeña ansíaba cinco.
Fumar, no casarme, ser actriz, escribir y tener voz.
Pues bien, cumplí lo de fumar por malo que sea. Quizás parezca un sueño de lo más tonto pero fumar con la clase que tenían los actores en el cine más glamouroso de los 50´no es fácil y es más bien un reto. Por lo menos a mi parecer.
Otro sueño cumplido ha sido el de no casarme. Sí. No lo necesito.
Ser actriz es una carrera de fondo. Me formé para ello. Y sí. Estoy en paro actoral pero no por ello desisto de mi pasión.
Lo de escribir también lo he cumplido. Lo estoy haciendo ahora mismo. Bien o mal pero haciéndolo.
Y vamos por el quinto sueño pero no menos importante. Ese no lo he cumplido. Ni lo cumpliré. No tengo voz. Y lo asumo. Pero no veais que putada es para mí. Admiro a la gente que tiene ese don innato de poder cantar con personalidad y encanto. La admiro y la envidio. Pero bueno a lo mejor debido a mi falta de voz (que no oído), la vida me ha regalado (para compensar) que gran parte de mis amistades tengan voces ejemplares y me rodee de música por todos los lados. Buen regalo me hicieron.
Me tocó la lotería más bien.
Y es que concibo no tener infinidad de cosas en la vida. Pero no concibo una vida sin música. Así es. Mi vida la recuerdo a través de imágenes y canciones. Muchas canciones. Por algo la gente que me conoce bien me dice que soy una biblioteca musical. Y que por que no me hago dj. Pero lo de scratchear se lo dejo para los que de verdad tienen manos para eso.
Pues bien ahora mismo mi gran sueño sería que España se convirtiera en un referente musical. Que fuera la Meca de la Música. Como en Austin (Texas) por poner un ejemplo donde hay más de 100 locales en activo con conciertos diarios. Me he planteado irme a Austin a vivir (no lo descarto todavía) pero todavía tengo la imperiosa esperanza de que algún día nuestro país se convierta en una fiesta musical continua. Sin obstáculos ni permisos absurdos. Quizás peque de ingenua y de idealista pero es que tenemos mucha música que ofrecer y que acoger. Se puede. Y creo en ello. Ojalá fuera una gran empresaria (pero de las que no roban por robar y que no esté vampirizada por la ambición y avaricia respecto al dinero) y pudiera crear un paraíso musical en toda regla. Un paraíso donde toda la música fuera apoyada. Toda. Pediría a las autoridades que se dejen de "EuroVegas" y que hagan un "EuroAustin". Que el juego es muy malo y la ludopatía ni os cuento y que sea la música la que impregne las calles de las ciudades. Y oye que si se saca algún dinerillo, mejor que mejor pero repartido de manera equitativa. Sí. Todo esto es un sueño.
Un sueño en forma de Meca.
Pero no desespero.
Escrito por María del Río para CLUB DE MÚSICA (www.clubdemusica.es)

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