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martes, 31 de enero de 2012

La Llamada

Podría empezar a escribir en forma de cuento y decir eso de "Érase una vez tres cerditos" pero no lo voy a hacer.
Comenzar con un "Érase" nunca me ha gustado y en este caso lo que quiero plasmar es una conversación. Adulta. No infantil.
Pues allá voy.

Estaba sentado en mi sofá fovorito cuando me llamaron por teléfono.
-¿Diga?
-Hola soy yo.
-Hola Micaela.
-Hola.
-¿Todo bien?
-No.
-¿Por qué no?
-Pues porque tras una noche en buena compañía me he quedado vacía.
-Haber elegido una noche solitaria entonces.
-Joder Alex! ¿Por qué cuando no quiero, me llevas el equipaje y cuando quiero me tiras todo en el andén?
-Porque eres muy caprichosa. Y ya sabes eso de "una de cal y una de arena". Tú sabes muy bien esa estrategia de marear a las personas.
-No.
-Sí.
-Te voy a colgar Micaela.
-No.
-Lamento decirte que sí.
-¿Por qué?
-Porque además de ser caprichosa pareces una majorette vestida y a mi me gustan con más clase.
-Eres cruel Alex.
-No tanto como tú. Y te voy a colgar.
-No.
-Pues lo dicho, intentando concluir por 4ª vez la conversación, parece que esto, sin el inestimable refuerzo del lenguaje no verbal, no consigue convencerte de que quiero colgar.
-Alex!

Y colgué. Y me quedé pensando en algo. Que ni ella, ni nadie ni este sol frío de enero conseguía calentar mi espíritu.

Escrito por María del Río y Amigos que me dieron frases para jugar un rato a escribir.
Gracias!!!!

 

viernes, 27 de enero de 2012

Pureza Extrema.

Hay personas que no necesitan tronos porque nadie las puede destronar.
Hay personas que con tan sólo una mirada consiguen que suspires una y otra vez.
Hay personas que saben lo que quieren y lo consiguen merecidamente.
Hay personas que tienen nombres peculiares pero ninguno de ellos es tan puro como Olaya.
Hay personas de todo tipo y de todos los colores pero ninguna como ella.
Miren la fotografía y juzguen por sí mismos.
Me dareis la razón.
Escrito por María del Río.

domingo, 1 de enero de 2012

Mi Película

Cierro los ojos y todo tipo de fotogramas me acechan o me satisfacen. Y no me estoy muriendo. Al menos biológicamente. Sensaciones múltiples dignas de ser rodadas. Además la fotografía y el color son impecables. Mucho color pero nada chirriante. Eso sí, tengo punzadas en mi cuerpo. Qué sensación más extraña y espeluznante. Supongo que será eso de sentir y padecer. No sé si es eso pero creo que sí. Sino de qué mis lágrimas en mis ojos y acto seguido una sonrisa. Y así todo el rato. Parece que el tiempo no se mueve pero sí que lo hace. Y no a tiempo real. Recorro años en mi cabeza y mi cuerpo salta de un lado a otro. Me gustaría que fuera conduciendo a toda velocidad pero no sé conducir. Así que me monto mi propio transporte estáticamente. Y parezco a veces una heroína que puedo con todo y otras soy débil. Y mi nervio y pulso va discordante. Madre mía! ¿De qué estamos hechos los seres humanos? Menudo explosión de sentires. Y sigo pensando que desde que nací construí una película que no acaba nunca. Bueno, es mi película. Elijo mi elenco y a veces me eligen a mí. Y todo se une con un hilo que bien podría ser un thriller a veces, otras un drama de los que acabas con los kleenex de toda la ciudad o una comedia de lo más almodovoriana o de película pastelosa con demasiada azúcar. Supongo que de eso está hecha la vida. Por lo menos la mía. Y no me arrepentiré. No debo hacerlo. Aunque a veces piense que lo mandaría todo al carajo. Suerte que tengo letras por doquier para plasmar (a mi manera) todo lo que sucede en esta niña-jovenzuela-mujer-guerrera-compleja-graciosa-contundente.
Y sí. Será que el comienzo de nuevo año me ha revolucionado. O no. Pero lo que si sé es que mi Película sigue por muchos años. Por lo menos los que me dejen. Y no quiero premios. Tan sólo quiero seguir narrándola para compartirla a mi antojo.
Una Película que nunca estará en venta.
Escrito por María del Río.