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domingo, 22 de agosto de 2010

Quedamos a las 8

Nerviosa.

Con prisas.

Y de espaldas.

Tenía una cita a ciegas.

Y su distintivo

era

que él

la tenía

que reconocer

de espaldas.

Y mirarla

sólo

con dos colores.

El blanco.

Y

el negro.

Escrito por María del Río.

1 comentario:

  1. mary, ya te lo he dicho...
    me requeteencanta!
    un besazo enorme, preciosa!

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