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lunes, 15 de febrero de 2010

AGNOSIA

Él.

Nació con ilusión.

Así lo dijeron los médicos.

Con ilusión desmesurada.

Y así prosiguió

durante su infancia.

Parecía que nada ni nadie

le iba a despojar de esa gran virtud.

Pero un día

su fuerza

se debilitó.

Adolinia

sentía él.

No entendía

su estar.

Un dolor extraño.

Pronto supieron

que padecía

Agnosia.

Se refugió

en él.

Podía tratarse.

Pero no lo hizo.

Y olvidó por completo

lo que quería decir

su "sello" de nacimiento.

La palabra Ilusión

dejo de ser reconocible para él.

Escrito por María del Río.

Photo by Jesús Ubera.

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