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sábado, 2 de enero de 2010

Delicatessen III

No me cansaré

de decirlo.

Posee

un

Don Inclasificable.

Ella

no lo sabía.

Tenía

que

"despertar"

para saber cuál era.

Hoy

el reloj

de la Vida

le ha dado tregua.

El Final

de algo.

Un inicio

parecido

a una

brisa continua.

Una brisa

que se agradece

y que se la merece.

Ya es hora

de "despertar".

Ya es hora

de que

coja

su guitarra

y

se ponga

encima

de un escenario

y

demuestre

toda su valía.

Que la tiene.

Pero

estaba "dormida".

El Escenario de la Vida

la espera

con ganas

con excitación

con anhelos

y

mucha sabiduría.

La Mujer del Don Inclasificable.

Ella

es así.

Escrito por María del Río.

Photo by Karlos Sanz.

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