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sábado, 19 de diciembre de 2009

Miércoles

Miércoles.

Para él ese día de la semana

nunca tenía explicación.

Era el punto intermedio de un antes y un después.

El chico.

De mirada

implacable

ojerosa

de escándalo

Un miércoles lluvioso.

Lluvia externa pero también interna.

Caminaba.

Se ahogaba.

Corría.

Gritaba.

Se agitaba.

Saltaba.

Solo en esa calle.

Todo en blanco y negro.

En la calle paralela a esa

una chica.

También sola.

Ella

con una sonrisa que delataba

picardía y sorpresa.

Le acababan de dar un beso.

Un "beso empapado".

Dos estares diferentes.

Dos bocas que habían estado

empapadas hacía escasos minutos.

Dos torsos que se distanciaban después.

Él...

inseguro por no saber

que pensaba ella.

Ella...

segura

de "ese beso empapado".

Dos calles que llegarían a un punto común

si ellos quieren.

Escrito por María del Río.

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